España necesita entrar en un proceso de reformas muy profundo. Muy integrador. Pero profundamente eficaz y decisivo para nuestro futuro. Sin reformas fiscales, laborales, educativas, sin reformas en el gasto público y de todo lo que significa el endeudamiento y el déficit que tiene la economía española, es muy complicado que el país tenga éxito. Y España puede tener éxito y sobre todo, los españoles merecen que España tenga éxito.