“La sensación que tenemos los españoles es que el país ha dejado de funcionar pese a que nunca se han cobrado tantos impuestos”

El expresidente del Gobierno, José María Aznar, ha asegurado en un acto en Ibiza junto a la presidenta del PP balear, Marga Prohens, que España atraviesa una grave crisis de funcionamiento institucional y económico, y que los ciudadanos están pagando las consecuencias de una gestión “desleal y enloquecida” por parte del Ejecutivo de Pedro Sánchez. “La sensación que tenemos los españoles es que el país ha dejado de funcionar pese a que nunca se han cobrado tantos impuestos”, ha afirmado.

Aznar ha denunciado que “el trabajador y el empresario medios están fiscalmente triturados” y ha advertido de que el nivel de endeudamiento del país ha alcanzado cifras históricas. “Nunca habíamos estado tan endeudados: el 107 % del PIB. Debemos más de lo que producimos. Esto habrá que pagarlo”, ha señalado. En este sentido, ha reclamado una política económica activa basada en el crecimiento, la liberalización y la creación de empleo. “Hace falta una política activa para crear más crecimiento, más liberalización y más oportunidades de trabajo”, ha sostenido.

Durante su intervención, el expresidente también ha alertado sobre el deterioro del modelo constitucional y la deriva institucional del Gobierno. HA defendido que “la Constitución establece la pluralidad constitutiva de España, pero lo que garantiza es su unidad”, y ha subrayado que el desarrollo autonómico ha sido posible precisamente gracias al marco constitucional. “El problema no es que la Constitución no sea suficiente, la Constitución es perfectamente suficiente. Si usted se ajusta a la Constitución, aquí no hay problema. Si usted respeta la ley, aquí no hay problema. El problema está cuando usted no respeta la Constitución y quebranta la ley. Ahí es donde efectivamente hay problema”, ha sentenciado.

Aznar ha denunciado que esta legislatura se sostiene “a base de precios políticos” y que el acuerdo de amnistía con los partidos independentistas ha sido el eje central de esa cesión. “Esta legislatura tiene varios precios: el pacto con Bildu, el pacto con Esquerra Republicana, todos los precios que se quiera, pero tiene el pacto fundamental de la amnistía”, ha dicho, calificando el acuerdo como “una deslealtad institucional” que carece de encaje constitucional. “No existe posibilidad constitucional en torno a la amnistía, diga lo que diga, con todos mis respetos, el Tribunal Constitucional”.

Respecto al debate abierto sobre un posible concierto económico para Cataluña, Aznar ha sido tajante. “El concierto económico es un cupo. Y el cupo económico significa que yo dejo de contribuir y dejo de pagar, y a mí me tiene que dar la Agencia Tributaria”, ha dicho. Ha afirmado que este modelo no solo rompe la igualdad entre territorios, sino que “se trocea la soberanía, se entrega parte de la soberanía, se pone en cuestión la integridad del Estado y la unidad nacional y, además, les pagas la fiesta”.

“El Gobierno está en manos de fuerzas que quieren deshacer España”, ha advertido. “Lo grave de esto no es que un secesionista sea secesionista, yo no estoy de acuerdo, pero bueno… o que un independentista sea independentista. Pero que el Gobierno de España esté en manos de secesionistas, independentistas o de los terroristas de Bildu es incomprensible”.

Aznar ha asegurado que el siguiente paso tras la amnistía y el concierto será la consulta. “Faltan dos cosas. Una es esta y otra es la consulta. Y con esto y con la consulta vas a las elecciones constituyentes. Y España deja de ser lo que es para intentar convertirse en un conjunto de republiquetas confederales. Eso es lo que hay”.

Asimismo, ha reivindicado el papel de los ciudadanos frente a esta situación y ha reiterado su conocida apelación cívica: “El que pueda hacer, que haga. Lo sigo diciendo, porque es la apelación a la ciudadanía. Somos todos los ciudadanos los que tenemos que mejorar la situación”.

Ha criticado, además que el PSOE, tras perder las elecciones en 1996 y 2000, renunciara a construir una mayoría en el centro político. “Dijeron: ‘Yo me tengo que radicalizar e ir a los extremos’. Eso fue el pacto del Tinell”, ha recordado, señalando que con él comenzó “el ejercicio de extremismo de la izquierda española encabezada por el PSOE a cambio de la deslegitimación del Partido Popular”.

Finalmente, ha defendido el mensaje central del último Congreso del Partido Popular, centrado en “la centralidad, la mayoría nacional que trascienda nuestras siglas y la defensa de España y la libertad”. Ha reclamado “reconstruir la nación, reconstruir el Estado, recuperar las instituciones, devolverles su funcionamiento, volver a la lealtad constitucional y al diálogo, volver al espíritu de hacer cosas comunes”.

“Si salta por los aires la Constitución, el Estado de derecho o el respeto a la ley en España, eso afecta a la convivencia entre españoles. Pensar lo contrario es estar equivocado”, ha concluido.