“España, a día de hoy, va camino de las democracias iliberales”

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El expresidente del Gobierno y presidente de la Fundación FAES, José María Aznar, ha advertido hoy de que “España va camino de las democracias Iliberales”. En su opinión, “lo peor de los populismos es que empiezan respetando las reglas, siguen cuestionándolas y terminan derogándolas”.  Lo ha hecho en  el VI Foro Internacional Expansión, en una entrevista con Juan José Garrido, redactor jefe de Economía de Expansión.

El expresidente del Gobierno ha expresado su inquietud por el rumbo que está tomando la política española, tanto a nivel interno como en la proyección internacional del país.

El exjefe del Ejecutivo ha reiterado su preocupación, cada vez más acentuada, ante lo que considera una deriva hacia la confrontación política. Para Aznar, las estrategias de alianzas impulsadas por Pedro Sánchez, basadas en concesiones al independentismo, nacionalismo y populismo, han colocado al país en un punto crítico. Asimismo, ha subrayado que este proceso conlleva una deslegitimación de los pilares fundacionales de la democracia española, al poner en entredicho tanto la Transición como la propia Constitución. “Cuestionar la Constitución es poner en riesgo la convivencia entre los españoles”, ha afirmado.

En su intervención, Aznar ha insistido en que la esencia de la democracia reside en el reconocimiento del adversario político y la capacidad de colaborar pese a las diferencias ideológicas. Además, ha advertido de que, al erosionarse esos espacios comunes, solo queda lugar para la polarización, un fenómeno que observa con preocupación tanto en España como en otros países.

Según Aznar, en la política española actual resulta inviable alcanzar consensos amplios, pese a la urgencia de pactos estructurales en ámbitos como la educación, la seguridad, la economía o la transformación digital. El expresidente ha atribuido este bloqueo a la influencia del populismo, que “necesita y se alimenta de la polarización”.

Apelando a la Historia, Aznar ha recordado que en los últimos 250 años solo ha habido dos etapas en las que los españoles lograron un consenso significativo: la Restauración de 1876 y la Transición de 1976. “Ambos momentos de reencuentro hoy están siendo desafiados”, ha señalado.

Respecto a la situación en Cataluña, Aznar ha mostrado su desacuerdo con la narrativa de normalidad institucional que defiende el Gobierno. Ha cuestionado las últimas transferencias de competencias al Ejecutivo catalán, especialmente en materia de inmigración, considerando que renunciar al control de fronteras compromete la soberanía del Estado. “Un país que no controla sus fronteras deja de ser un Estado”, ha sentenciado.

En otro momento de su intervención, ha calificado de “populismo absurdo” la propuesta de realizar una consulta sobre la OPA de BBVA sobre Sabadell y ha criticado duramente la ley de amnistía y la eliminación del delito de sedición. Aznar ha comparado esta situación con los indultos concedidos por Donald Trump, subrayando que al menos el expresidente estadounidense los incluyó en su programa electoral, algo que, a su juicio, no ocurrió en España.

En el plano internacional, Aznar también se ha referido al impacto global de la presidencia de Trump, que ha descrito como “profundamente disruptiva”, sobre todo para los aliados tradicionales de Estados Unidos. Aunque ha reconocido los efectos desestabilizadores del movimiento MAGA, Aznar ha defendido la importancia de mantener firme la relación transatlántica. Ha afirmado que Europa necesita a EE. UU. tanto en defensa como en inversión tecnológica, y que no se deben achacar a Trump los problemas estructurales de la UE, como la pérdida de peso económico global o el rezago en innovación digital e inteligencia artificial.

Finalmente, el expresidente ha puesto en valor los recientes resultados electorales en varios países europeos donde han triunfado fuerzas de centroderecha moderada, como en Portugal, Polonia y Rumanía y ha mostrado su deseo de que ese “regreso a la centralidad” también se refleje en el caso español.